Los próximos cinco años amenazan al Reino Unido con una emergencia en relación con el crecimiento de patógenos resistentes a cualquier atibiótico.
Así lo afirmó Sally Davis, la principal experta en salud del país. La resistencia de los patógenos a la mayoría de los antibióticos conduce a la propagación de infecciones, lo que a su vez representa una amenaza para la seguridad nacional. La situación corre el riesgo de ganar proporciones que son características de eventos catastróficos como una pandemia de gripe, inundaciones graves o ataques terroristas a gran escala.
El pronóstico es verdaderamente "apocalíptico". Incluso las intervenciones quirúrgicas simples serán mortales para la mayoría de las personas debido a complicaciones causadas por las infecciones más comunes.
Ya, el 80% de los pacientes con gonorrea no pueden ser tratados con tetraciclina. La situación con una resistencia creciente a los carbapenémicos, antibióticos utilizados para infecciones graves, es aún más alarmante. Si en 2003 hubo tres casos de resistencia bacteriana a los carbapenémicos, en 2011, solo en la primera mitad del año, los trabajadores médicos enfrentaron 217 de estos casos.
Dado que el crecimiento de la resistencia a los antibióticos es un problema internacional, representantes de diferentes países del mundo y la Organización Mundial de la Salud están llevando a cabo un trabajo conjunto para desarrollar una estrategia común para combatir este fenómeno. El documento correspondiente debería aparecer a principios de primavera.
