Los investigadores han descubierto que las estatinas (sustancias que reducen los niveles de colesterol en la sangre) pueden tener efectos preventivos sobre el cáncer de seno.
Los científicos durante 14 años estudiaron la posible relación de estas dos enfermedades en el ejemplo de 1 millón de personas. Conclusiones similares permitieron hacer experimentos en roedores de laboratorio. Los ratones con una concentración baja de colesterol desarrollaron menos cáncer. Por cierto, por esta razón, las personas obesas con niveles altos de colesterol a menudo detectan enfermedades oncológicas.
En el curso del estudio, se examinaron más de 6 millones de mujeres, 530 de ellas tenían colesterol alto y se detectó simultáneamente cáncer de seno. Se descubrió que el colesterol elevado más de una vez y media aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de seno. Ahora la tarea de los científicos es encontrar ayuda para resolver este problema de estatinas.
Si la investigación tiene éxito, los científicos obtendrán una forma bastante barata y efectiva de combatir el cáncer de seno.
