Ritmos biológicos: ¿qué cambios se observan en el cuerpo humano en invierno?

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El fotoperiodismo es la reacción de plantas y animales al ritmo diario de iluminación. La capacidad de medir la duración del día permite a los seres vivos determinar la época del año y adaptarse a las condiciones cambiantes. Los mecanismos específicos subyacentes a la medición de la duración del día no se han entendido completamente. Sin embargo, se sabe con certeza que cambiar la estación afecta el peso corporal, la inmunidad y la psique de las personas.

¿Cómo distingue el cuerpo humano el invierno del verano?

Los cambios en la duración del día son poco importantes para la mayoría de los animales, pero ayudan a determinar con precisión la estación del año. Hay 2 fuentes de información por las cuales el cuerpo humano distingue el invierno del verano:

  • horas de luz
  • La relación entre la oscuridad y la luz del día.

La glándula pineal (parte del cerebro) es responsable de determinar la época del año en los mamíferos. La extirpación de la glándula pineal priva completamente a la persona de la capacidad de distinguir los cambios estacionales. La información sobre la luz ingresa al cerebro a través de los ojos. A través del hipotálamo, el mensaje se transmite a través de las células nerviosas a la glándula pineal, que libera melatonina.

La melatonina es una hormona del sueño que se forma en humanos principalmente de noche. La concentración máxima de melatonina se observa a las 2 a.m.

La duración de este "pico" nocturno varía inversamente con la duración del día en varias especies animales, incluidos los humanos.

Los resultados obtenidos en ovejas y hámsters siberianos confirman la importancia de la melatonina en la regulación de los "ritmos estacionales". Estudios similares confirman que la concentración de melatonina es un parámetro fisiológico "crítico" que proporciona información sobre la estación del año.

¿Por qué las personas aumentan de peso rápidamente en invierno?

Con el comienzo del invierno, el cuerpo humano cambia significativamente su propio trabajo para sobrevivir en los días difíciles. Los cambios en la fisiología son críticos tanto para aumentar la supervivencia como para reducir los efectos sobre la salud a largo plazo.

Para superar la escasez de alimentos, el cuerpo humano, que se encontró en la antigüedad, se desarrolló 2 mecanismos de adaptación:

  • aumento de peso
  • pérdida de peso

En el primer caso, una persona utilizó reservas acumuladas de grasa para compensar la falta de nutrientes. En el segundo caso, la pérdida de peso contribuyó a una disminución en los requerimientos de energía para mantener el peso corporal total. Ambas estrategias de ahorro de energía salvaron efectivamente a las personas en la temporada de invierno.

¿Cómo cambia la inmunidad en la temporada de invierno?

La transición del otoño al invierno se manifiesta por cambios en varios aspectos del sistema inmune. Los días cortos generalmente mejoran muchos tipos de respuestas inmunitarias en el laboratorio, aunque se suprimen otras funciones protectoras específicas.


La defensa inmune mejorada en el corto período de luz diurna contrarresta los efectos estresantes de las condiciones invernales, incluida la disponibilidad reducida de alimentos y los mayores requisitos de producción de calor. Este fenómeno de "plasticidad estacional" en el sistema inmune persiste y se observa en la mayoría de las personas.


La mayoría de los aspectos del sistema inmune adquirido, es decir La capacidad de reconocer moléculas extrañas (virus, bacterias) aumenta con la disminución de las horas del día. Sin embargo, la mayoría de los aspectos de la inmunidad innata, incluidas las reacciones inflamatorias, disminuyen en el invierno.

La plasticidad estacional en el sistema inmune plantea una pregunta conceptual importante: "¿Por qué las respuestas inmunes siempre cambian dependiendo de la estación?"

En primavera y principios de verano, los pequeños mamíferos invierten mucho en los costos conductuales y fisiológicos asociados con la reproducción. Sin embargo, en invierno, cuando la reproducción exitosa suele ser imposible, las inversiones en "energía" están sesgadas hacia el sistema inmune.

¿Qué trastornos del estado de ánimo son más comunes en invierno?

La agitación o tristeza excesiva es más común en la temporada de invierno.


Se observan cambios en la ingesta de alimentos, disminución de la motivación (depresión), así como un aumento de la ansiedad no solo en humanos, sino también en roedores.


Estudios recientes han identificado varias especies de roedores que están literalmente "deprimidos" y ansiosos cuando llega el invierno. En los hámsters siberianos, las reacciones depresivas se intensifican, y en los lemmings, son alarmantes.

En humanos, los cambios no son específicos: en los estudios, se observó un aumento en los estados de ánimo predominantemente depresivos.

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