La situación económica de la familia afecta las funciones cerebrales de los niños.

Pin
Send
Share
Send

A los niños de familias con bajo nivel socioeconómico les va peor para ignorar la información insignificante que proviene del medio ambiente en comparación con los niños de familias con altos ingresos.

Para el estudio, los científicos calificaron a un grupo de 28 niños de entre 12 y 14 años con un estatus socioeconómico diferente.
El estudio se realizó durante un día escolar típico. Para medir los cambios en el nivel de cortisol, la hormona del estrés, se tomaron muestras de saliva de los participantes durante el día. Los niños también completaron tres cuestionarios sobre su estado emocional y motivador en diferentes momentos.

Por la tarde, se pidió a los niños que completaran la tarea, cuya esencia era escuchar varios sonidos que sonaban simultáneamente. Al escuchar un sonido especial, tuvieron que presionar el botón lo más rápido posible. En este momento, con la ayuda de un equipo especial, se registraron ondas de su cerebro.

No hubo diferencias significativas en la reacción al completar la tarea. Sin embargo, los investigadores observaron diferencias en los patrones de ondas cerebrales de los participantes. Los niños de familias más ricas mostraron ondas theta más grandes en respuesta a sonidos que necesitaban atención que a sonidos que deberían ignorarse. En los niños del otro grupo, se observó la imagen opuesta: las ondas theta causadas por sonidos que no merecen atención fueron mucho más grandes. Los niveles de cortisol en estos niños también fueron más altos.

Todo esto sugiere que los niños de familias más pobres deberían hacer más esfuerzos mentales para ignorar los irritantes menores. Quizás esto se deba a que viven en un entorno más amenazante, donde es beneficioso prestar atención a una amplia gama de estímulos externos, que pueden ser importantes para la supervivencia.

Pin
Send
Share
Send