Los bocadillos saludables ayudan a los niños a combatir el hambre sin dañar su salud.

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Los refrigerios saludables con vegetales y queso ayudarán a moderar la sensación de hambre en los niños entre comidas y resolverán el problema de la obesidad infantil.

En un nuevo estudio, los niños que recibieron queso y verduras como bocadillo comieron un 72% menos de calorías que los niños que comieron papas fritas. El efecto fue aún más pronunciado entre los niños con sobrepeso u obesidad.

Además, estos niños se sentían más llenos que los que comían papas fritas.

El estudio cubrió a unos 200 niños de tercer a sexto grado. Les dieron papas fritas, queso, vegetales o vegetales y queso y se les permitió comer estos productos en cantidades ilimitadas mientras veían un programa de televisión de 45 minutos.
Los niños a quienes solo se les ofrecieron vegetales comieron la menor cantidad de calorías. Aproximadamente la misma cantidad de calorías fue satisfecha por quienes comieron vegetales con queso o solo queso. Pero cualquiera de estas dos opciones era mucho menos alta en calorías que un bocadillo de papas fritas.

"Privar a los niños de bocadillos generalmente no es práctico, y en algunos casos esto puede conducir a resultados opuestos", advierten los investigadores. Pero reemplazar los alimentos poco saludables con alimentos saludables como el queso y las verduras puede ayudar a prevenir el efecto boomerang.

Sí, el queso puede tener muchas calorías, pero también es rico en proteínas y calcio. Las frutas y verduras abundan en fibra, lo que ayuda a saturarse más rápido y no tener hambre por más tiempo, y en combinación con proteínas, se obtiene un refrigerio perfectamente equilibrado.

Entonces, ¿qué pueden comer los niños? Los científicos sugieren:
- Requesón y frutas
- Queso y galleta integral
- Yogurt y granola

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